Como este blog se hizo en base a mis propias experiencias de
lo cotidiano, esta es la primera vez que lo haré. Cuantas veces no hemos quedado
atónitos al ver o escuchar una historia con un impresionante final, esa sensación
al ver lo inesperado verse un total hecho, pero (si acaso lo han sentido) esas desesperación
de que te cuenten el final de una magnifica historia a la cual no tenias en
mente de su existencia, hablo por ejemplo de una película, una novela (un libro
obvio), o un acontecimiento real, pero que pasaría si nunca supieras ese tan
ansiado final, pues esta vez me pasó algo “ligeramente” parecido.
Estaba yo en un vagón del metro ya en dirección a mi cuarto
de estudiante universitario, el sueño se apoderaba del peso en mis pestañas,
pero me mantuvo consiente para escuchar una pequeña conversación, una joven
mujer, sentada a mi costado que estaba escuchando atentamente a un amigo, o al menos
eso me imagino, acerca de un hecho que le pasó a aquel muchacho escuálido, de
facciones muy marcadas y de piel morena que estaba sentado exactamente en
frente de ella.
Decía que el joven tenía una amiga en la escuela, por lo que
entendí eran muy buenos amigos, y esa mujer tenía un novio, por lo mientras no
note nada raro en eso, pero como ese hombre iba a recoger a su novia a su
escuela, siempre la veía con el contador de esta historia, este se ponía celoso,
hasta el extremo de que lo llego a amenaza, el dijo: –Si te vuelvo a ver con mi
chica, no te la acabas cabrón– según las palabras del joven sentado
en el mismo vagón que yo. La chica a mi lado solo escuchaba atentamente. Luego
el chico prosiguió su relato, el trató de calmarlo, puesto que el no tenia nada
que ver con novia del hombre, que solo eran amigos. Bueno, pasaron los días y de
nuevo pasó lo mismo, el hombre lo llegó a amenazar, pero esta vez estaba decidido
a golpearlo, dice que hasta lo empujo contra la pared, el chico trato de calmarlo
de nuevo, pero el no se calmaba, llegó a tranquilizarlo pero le dejo la última
advertencia: –Si te veo otra vez con ella, esta vez no respondo–
el chico dijo que no tenia ningún problema con el ni con ella, pero no por esa
advertencia iba a dejar de ser amigo de su novia.
Pero un cotidiano día, el
chico salía de la escuela, con guitarra en hombro, cuando este se despidió de
su amiga con un beso en la mejilla (clásico beso entre amigos), ahí estaba el
hombre y dando un empujón al hombro del chico, que casi se le cae la el
instrumento, se quedó estupefacto, la
chica trató de defenderlo, pero el chico con un valor de estar harto de tanto
acoso, el le dijo a su amiga que no dijera nada, como lo describió aquel
muchacho, que en ese momento su desesperación y su impaciencia habían invadido
su mente por completo, alguna vez tomo una clase de karate, y esperaba que le
sirviera al menos por una vez, dejó su guitarra recargada en la pared para que
no le pasara nada, y de repente… me baje en la estación de llegada.
Me quería quedar haber como terminaba esa historia, ahora
solo mi imaginación podrá concluir el relato del chico que se enfrentaba al
celoso novio de su amiga. Puede ser que haya ganado la admiración del hombre al
ganarle en un enfrentamiento a golpes en la calle, o puede ser que haya sido
abatido al primer golpe, ahora solo el recuerdo de ese muchacho escuálido quedará
en una historia más incompleta.
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